Donosti, capital de Gipuzkoa. Giputxilandia para los de Bilbao (pero con amor, mucho amor). Preciosa capital junto al mar, perfecta para un soleado domingo. ¿No creéis?
Lo cierto es que pasamos la mañana paseando por el casco viejo de la ciudad. Precioso y muy pero que muy animado. Un montón de familias, parejas y amigos paseando por las calles y cómo no, ¡de «Pintxo-Pote!»
Y nosotros no íbamos a ser menos, nos unimos al pintxo-pote también. Una variedad de pintxos increíbles en cualquier taberna del casco. Y a cual más rico. Nosotros elegimos estos:
La verdad es que estaban riquísimos, acompañados de un par de fresquitos zuritos.
Después de eso, nos dirigimos hacia «Salamanca pasalekua» un paseo mirando al mar en todo momento, desde el que poder disfrutar de las vistas hacia el Kursaal y la playa «Zurriola». Allí descansamos apoyados en el muro, disfrutando de las olas que rompían con fuerza.
Un ratito allí fue suficiente para recuperar fuerzas (después de tanto andar… descansar de vez en cuando viene bien), así que continuamos andando por el paseo y llegamos al Acuarium. Allí también hay bonitas vistas pero, esta vez, hacia la bahía de la Concha.
Nosotros decidimos entrar al Acuarium, ya que desde que eramos muy niños no habíamos vuelto a ir y lo cierto es que nos gustó. Impresiona bastante ver a los tiburones tan de cerca. (Eso si, nos daba bastante pena pensar que estaban ahí toda la vida haciendo el mismo recorrido…Más aburridos que un hongo.)

En fin, si vais con niños, podréis disfrutar de un precioso Acuarium. El precio de la entrada creo que eran 13€ los adultos y (….) los niños. Nosotros, por ser estudiantes, teníamos descuento y se nos quedaba a 9€ cada uno. Además por tener la tarjeta «Ikea» nos hicieron el 10% de descuento. De esto no teníamos ni idea, pero la chica nos la vio en la cartera y nos los dijo, así que ¡muy amable por su parte! En total, entramos los dos por 16.20€ (8.10€/p), bastante bien.

Al salir del Acuarium paseamos hacia la heladería Oiartzun, que queda bastante cerca y tiene unos helados riquísimos (ya los había probado en alguna excursión anterior, y tenía ganas de probar uno de nuevo).
Total, que unos helados buenísimos 100% naturales y a precio asequible.
Tuvimos la suerte de encontrar un banco libre en «el parque Alderdi Eder» con vistas a la bahía de la concha (no suele ser tarea fácil) y de poder degustar allí nuestros helados.
Nos hizo un día maravilloso. Una temperatura estupenda para pasear, un paisaje precioso y una compañía inmejorable. Diría que fue un día perfecto… Bueno, hasta aquí. Porque resulta que cuando fuimos al coche… ¡El coche no estaba! La dichosa grúa se lo había llevado.

Tened cuidado porque al parecer casi todos los parkings son para ¡R E S I D E N T E S! Nosotros solamente vimos un cartel de carga y descarga hasta la una. Y como cuando aparcamos ya había pasado la una, pensamos que estaba bien aparcado. Pero resulta que no, que a la una se convierte en parking para residentes… Así que la bromita nos salio bastante cara. 152€. Os podéis imaginar nuestras caras….
Pero bueno, vamos a ser positivos. Pasamos un día maravilloso y no vamos a dejar que los señores de tráfico y el señor conductor de la grúa nos manchen el día.
En resumen. Donosti, un lugar muy bonito, para ir en autobús.