Portugal, ¡nuestro viaje más aventurero del momento!
Y es que ya teníamos ganas de visitar nuestro país vecino porque habíamos oído maravillas de él de norte a sur, así que teníamos que comprobarlo con nuestros propios ojitos. Por eso y para poder conocerlo bien y a nuestro antojo, hemos cogido la tienda de campaña, el camping gas y el coche y nos hemos ido de aventura nómada durante 8 días, visitando el país de arriba a abajo.
En 8 días es obvio que no da tiempo a ver el país entero, así que días antes hicimos un posible itinerario de sitios a los que nos podría apetecer ir. En principio, el itinerario estaba previsto para visitar Portugal desde Oporto hasta Algarve por toda la costa en 12-13 días pero, por motivos de trabajo, tuvimos que acortar un poquito las vacaciones y descartar los lugares de «menor» interés para nosotros. Aquí os dejo el itinerario de 12 días por si os interesa y a continuación os explico el que finalmente hicimos. ¡A ver si os gusta!
Día 1: Bilbao-Oporto
16/08/2016
Día de coche. Más de 740Km con sus respectivas paradas para estirar las piernas, comer algo y cómo no, llenar el deposito de gasóleo. Llegamos a Oporto a eso de las 20h.
Una vez allí, aparcamos en el centro (cerca de la «Avenida dos Aliados») y nos hicimos con un mapa de la ciudad en una oficina de turismo que teníamos allí mismo.
Oporto, o lo que es lo mismo, «La ciudad de los puentes», es una ciudad muy bonita, llena de callejuelas con casas de fachadas preciosas típicas portuguesas, decoradas con baldosas de colores y con seis enormes puentes que permiten cruzar de lado a lado por encima del imponente río Duero.

Para la primera toma de contacto con la ciudad decidimos pasear hasta la orilla del Duero, aprovechando de paso para visitar diferentes callejuelas, disfrutar de los preciosos y antiguos tranvías que aún recorren la ciudad y para ver edificios como el palacio de la bolsa, la iglesia monumento de Sao Francisco, etc.

Allí disfrutamos de una cena en uno de los bar-restaurantes que hay junto al «Ponte Luis I» y pudimos disfrutar de un anochecer precioso de luna llena.
Para dormir, teníamos pensado acampar en la playa de Oporto, pero había demasiada gente paseando por allí, así que tras dar unas cuantas vueltas encontramos por fin un parking de autocaravanas en el que poder pasar la noche.
Día 2: Oporto-Aveiro-Costa Nova-Nazaré
17/08/2016

A la mañana, según nos despertamos, fuimos a desayunar a uno de los bares del paseo y tras el desayuno, paseamos por la parte alta de la ciudad, desde el «Passeio de San Lázaro» hasta el «Passeio das Fontainhas» donde hay un precioso mirador cerca de unos Lavaderos. Por allí cerca también se encuentra la entrada al impresionante «Ponte Luis I» por el que es imprescindible pasar, ya que desde allí tenemos la oportunidad de ver Oporto desde lo alto y apreciar el gran tamaño del rio Duero.

Después de pasear por la parte vieja de Oporto nos dirigimos hacia Aveiro. Una vez allí y tras pasar por el supermercado para comprar la comida del día, paseamos por las callejuelas del casco antiguo de Aveiro. Para finalizar, dimos un paseo por los canales de la ría en las famosas embarcaciones de colores llamadas «Moliceiros». Estos paseos turísticos tienen guías de habla española, inglesa, alemana y yo creo que de todo un poco… y están muy bien porque por sólo 8€ por persona tienes la posibilidad de pasar 45 minutos navegando por los principales canales de Aveiro (Canal Central, Canal Das Pirâmides, Canal de S.Roque y Canal Do Cojo).

A eso de las 18.30h, tras terminar el paseo, fuimos hacia Costa Nova. Un pueblito pesquero muy cercano a Aveiro. Es precioso y super recomendable visitarlo, ya que las casitas pesqueras, llenas de colores, te hacen sentir como en un cuento. Allí mismo, muy cerquita del centro del pueblo hay un camping con muy buena pinta para el que lo necesite. Nosotros pasamos la tarde en las enormes dunas de la playa de Costa Nova (preciosa, por cierto, y con unas olas de miedo) y, tras barajar las posibilidades, decidimos seguir con el viaje hasta Nazaré, nuestra siguiente parada.
Llegamos de noche a Nazaré, así que no tuvimos mucho más tiempo que el suficiente para ir a un supermercado a por la cena e instalarnos en el camping (Camping ORBITUR –> 26€ por dos personas, una tienda y un coche). El camping estaba muy bien, tenía de todo y admiten perros. Cosa que nos parece muy importante para quienes tienen amigos peluditos encantadores. (En Portugal, está permitido llevar perros a las playas, por lo menos a algunas de ellas).
Día 3: Nazaré- Peniche-Sintra
18/08/2016
A la mañana, camino al pueblo de Nazaré, visitamos el mirador de Pederneira.

Tras visitar el mirador, continuamos hasta llegar al alto de Nazaré, donde pudimos aparcar y ver desde otro punto de vista la enorme playa y las preciosas vistas que había desde allí. Andando, llegamos hasta el faro. En la parte de atrás, hay unas escaleras muy empinadas que, para ser sincera, dan bastante vértigo, pero que merece la pena bajar. Son rinconcitos que se pueden visitar gratis y que te hacen sentir como que ya conoces un poquito más que el resto de la gente que no las baja.


La entrada al Faro cuesta 1€. Allí dentro hay una pequeña exposición de los campeonatos de surf que se suelen hacer en temporada de olas. Porque no se si sabéis pero, en Nazaré es un paraíso para los surfistas, ya que allí se encuentran las olas más grandes del mundo. Tras pasear por allí, fuimos a comer al camping y después de recogerlo todo, continuamos nuestro viaje hacia Peniche.
Peniche es conocido por su fuerte. Murallas que rodean prácticamente todo el pueblo. Nosotros teníamos intención de visitar el fuerte, pero nada más entrar al pueblo, unas enormes dunas llamaron nuestra atención y al final se estaba tan a gusto allí que pasamos el día en la playa.
Para finalizar el día, viajamos a Sintra, nuestra siguiente parada y lugar en el que íbamos a pasar la noche. Sintra es un pueblo precioso en el que hay muchísimas cosas que visitar y es que está lleno de monumentos y de arte por todas partes. Antes de dormir, dimos un paseo por el casco antiguo y vimos un espectáculo gratuito de luces y sonido en en el palacio nacional de Sintra.
Día 4: Sintra- Cascais-Playa de Guincho-Lisboa
19/08/2016
La lluvia no dio tregua en todo el día. Pero aún así, no desperdiciamos ni un segundo. Nada más despertarnos, desayunamos muy bien en una pastelería muy barata en la que había de todo y estaba riquísimo. Después, a pesar de que todavía eran las 9.15h y la Regaleira no abría sus puertas hasta las 10h, subimos hasta allí en coche y aparcamos. Hicimos bien, porque aquello se llenó de coches enseguida. Mientras hacíamos tiempo, visitamos el Hotel Palacio de Seteais*****. Este lujoso hotel, tiene unas vistas preciosas desde un mirador al que todo el mundo puede acceder. El único problema fue que aquel día todo estaba cubierto de niebla y no pudimos ver nada.
A las 10h, abrieron la Regaleira. Las entradas eran 6€ para los adultos y para gente con el carnet joven eran solamente 4€.
La visita a la Regaleira es obligatoria. Es un lugar increíble con un montón de pasadizos ocultos entre la naturaleza y unos edificios increíbles con puertas secretas y cuevas laberínticas. Recomendable 100%.

Tras visitar la Regaleira, fuimos al «Castelo dos Mouros». Lo cierto es que allí mismo, muy cerquita también se encuentra el «Parque y palacio nacional da Pena», pero la entrada a este son 14€ así que nos lo saltamos.
Para visitar el Castelo dos Mouros, la entrada son 8€ por persona y en este caso, no hay descuentos para estudiantes. Este castillo tiene unas murallas impresionantes, y es como tele-transportarse a la Muralla China.
Para terminar con Sintra, TUVIMOS que ir a la preciosa fuente que se encuentra cerca de la carretera y con la cual el día anterior no pude sacarme la foto porque de noche no se apreciaba bien lo preciosa que es. (Parada y foto obligatoria)

Llegamos a Cascais a eso de las 16.45h. Eran fiestas del pueblo así que aquello estaba lleno de gente. Paseamos por las callejuelas y decidimos comer algo en una de las terrazas de la plaza.
Al terminar, visitamos Boca do Inferno. Un sitio muy famoso pero que en realidad no nos sorprendió tanto como esperábamos. Es un sitio bonito y bastante especial. Pero puede que al ser del País Vasco estemos bastante acostumbrados a paisajes rocosos y de mar y no nos sorprendió tanto como pensábamos. Eso sí, si estáis por allí, está bien que os paséis a verlo. Total, es gratis 🙂
La playa de Guincho fue nuestra siguiente parada. Cascais es una bahía arenosa que está llena de enormes dunas también. Dunas por las que es necesario pasar para llegar a la playa de Guincho. Esta playa es famosa entre los surfistas por sus olas y por la cantidad de actividades acuáticas que allí se ofertan. La verdad es que pasamos un rato muy agradable allí. La playa era prácticamente nuestra y de algunos surfistas que intentaban coger olas bajo la débil lluvia. Imagino que esto no será así siempre y que la playa se llenará de gente, pero el tiempo no acompañaba demasiado. Antes de despedirnos de la playa y tomar rumbo hacia la ciudad, pudimos disfrutar un poquito de la estupenda terraza del chiringuito playero, como a nosotros nos gusta.
Rumbo Lisboa. Sabíamos de ante mano que Lisboa es preciosa y que íbamos a necesitar mucha energía para recorrerla entera en un solo día. Por eso, antes de llegar hicimos uso de Booking y reservamos un hostal para poder pasar la noche. Conseguimos habitación en un hostal en muy buena ubicación y en el que estuvimos comodísimos y muy buen atendidos por solo 40€. El dueño era tan simpático y atento, que recomendamos este hostal para quien lo necesite.
Día 5: Lisboa-Algarve
20/08/2016
Viajar en coche a las ciudades a veces supone un gasto extra por el parking. Para evitar eso es importante saber dónde se puede aparcar gratis. Nosotros aparcamos en la «Avenida Torre de Belém» y allí dejamos el coche todo el día mientras nos movíamos a pie, en tren y metro por la ciudad. Encontramos aquel lugar de casualidad, pero es un sitio estupendo para aparcar ya que allí es donde se encuentran todas las embajadas y, por lo tanto, hay vigilancia policial.

Una vez allí, paseamos desde la Torre de Belém por toda la «Avenida Brasilia», la orilla del río Tajo, hasta cruzar el impresionante puente «25 de Abril» del que nos quedamos completamente enamorados. Prueba de ello la cantidad de fotos que le hicimos.

Pasando por debajo del puente, llegamos a un pequeño puerto rodeado de casetas de madera en las cuales había restaurantes para todo tipo de gustos. Nosotros nos decidimos por el restaurante italiano «Capricciosa» y comimos riquísimo disfrutando de unas vistas perfectas.

Al terminar, decidimos ir hacia el centro y para eso cogimos el tren y luego metro. Una vez en el centro, subimos al mirador de Barrio Alto donde se pueden disfrutar de unas vistas preciosas de Lisboa desde lo alto. Al bajar, cogimos un helado de postre, que todavía no habíamos comido, y fuimos paseando por la calle principal hasta el río.

Para terminar, decidimos ir al Castelo de S.Jorge, un lugar precioso con vistas muy bonitas y que todo el mundo recomienda visitar. Pero, la entrada no era barata que se dijera y además había demasiada cola para nosotros, ya que andábamos un poco a contrarreloj para coger el metro y el tren de nuevo.
Una vez en el coche, recordamos que un amigo nos había recomendado la pastelería «Pasteis de Belem«. Así que para despedirnos de Lisboa como es debido, allí fuimos. ¡Y qué acierto!
Esta pastelería es la más antigua de Lisboa. Lleva abierta desde 1837 y además de ser enorme y preciosa, los pastelitos están de muerte. Así que, apunta bien. Porque si tienes pensado ir a Lisboa, ¡esta es una de tus paradas obligatorias!

Día 6:Algarve-Sevilla
21/08/2016
Llegamos a Algarve a eso de la 1 de la madrugada, ya que salimos bastante tarde de Lisboa y el viaje era de unas 2 horas y media, que se convirtieron en 3 con la parada de descanso.
Acampamos en un pinar de Albufeira, encima de la Praia da Falesia. Un sitio perfecto para la acampada libre, estaba bastante apartado del centro del pueblo y al lado del mar.

A la mañana, a eso de las 9.30h bajamos a la Praia da Falesia y nos dimos un baño tranquilo. Pero a las 10.30 horas el sol ya pegaba con fuerza y la playa se empezó a llenar. Así que nosotros que somos más de estar a la sombra, porque al sol nos derretimos como bombones, decidimos marcharnos.
Teníamos claro que uno de los sitios a los que queríamos ir sí o sí era la playa de Benajil. Esta playa es una playa pequeña, que siempre está abarrotada.
Hay muchísima gente, PERO, es obligatorio ir porque allí cerquita podemos encontrar diferentes grutas o cuevas que merecen mucho la pena visitar y es por eso que siempre se llena de gente.

Para poder visitarlas, en la entrada de la playa se encuentran dos chiringuitos en los que venden entradas para ir en barquito. Eso sí, NO LO RECOMIENDO PARA NADA. Cobran de 20€ a 30€ por persona y lo cierto es que la cueva más bonita y especial de todas las que puedes visitar está a menos de 2 minutos nadando con aletas y entre 5-10 minutos sin ellas.
Nosotros, que nos encanta hacer snorkel, llevamos las gafas y las aletas y llegamos a la cuevita en un periquete. Es muy fácil de acceder y yo que no soy precisamente una nadadora profesional que se diga, llegué estupendamente. Mucha gente usa colchonetas para llegar hasta allí, también es una buena idea.

Para comer, nos fuimos a un pueblo llamado Pêra. Elegimos este sitio porque habíamos leído sobre unas esculturas gigantes de arena. Os dejo una foto de lo que se veía desde fuera para que os hagáis una idea. Tenía buena pinta, pero al llegar allí nos dio pereza hacer la cola para comprar la entrada (11€ creo recordar que costaba), ya que además estábamos muertos de cansancio y calor.
Así que nos dimos media vuelta y nos hicimos unos riquísimos espaguetis a la carbonara bajo la sombra de unos pinos que encontramos por allí.

Allí estuvimos meditando sobre qué hacer los próximos días. Las opciones eran:
1-Quedarnos en Algarve un día más y luego darnos la paliza del siglo en coche.
2-Ir subiendo poco a poco hacia Bilbao y hacer turismo por otras zonas.
¡Y esto último es lo que decidimos! Así que tras recogerlo todo y poner un poco de orden en el maletero del coche, pusimos rumbo a ¡SEVILLA!
22/08/2016
Día 8:Madrid-Bilbao
23/08/2016